Para las tortitas
En un cuenco, mezclamos la harina con la levadura, la sal, el piment d’Espelette.
En otro, mezclamos el puré de calabaza con el huevo y la leche. Añadimos los ingredientes secos y mezclamos lo justo para integrar los ingredientes.
Entonces con una espátula añadimos la cebolleta picada y el queso rallado.
Calentamos una sartén y la pintamos con apenas unas gotitas de aceite. Depositamos una cucharadita llena de masa y dejamos cocer unos 2 minutos por cada lado a fuego medio bajo dependiendo de vuestro material.
Pasamos a una rejilla de repostería a medida que los tenemos listos para que no cojan humedad.
Dejamos que templen para montar el bocado.
Para montar el bocado
Montamos la nata con el mascarpone y cuando estén bien firmes añadimos con una lengua y suaves movimientos envolventes sal, pimienta y la cebolleta cortada en aros finitos.
Repartimos la nata salada sobre los pancakes ya casi fríos y por encima colocamos una loncha muy fina de coppa.
Es mejor no dejar los bocados montados con muchas horas de antelación pero podéis dejar todos los elementos listos por separado para juntarlos en el último momento.
Sencillo y super bonitos, ¿verdad?
Bon profit!
Algunas explicaciones útiles o no tan útiles
* El puré de calabaza, lo suelo preparar en el horno. Parto la calabaza por la mitad, quito las semillas con una cuchara y pongo en una fuente de horno con un vasito de agua. Horneo 180º entre 35 y 60 minutos dependiendo del tamaño de la calabaza. Para esta receta, suelo usar lo que me sobra cuando preparo platos que necesitan cantidades exactas y prefiero que me sobre puré a que me falte :o)
**cc: cucharita de café
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