Nuestra Filosofía

¡Bienvenida a todos!

Muchos de mis amigos me pedían a menudo “¿Cuándo te animas y escribes un libro con todas tus recetas?”. La cosa me daba miedo, pero me lo fui pensando y en setiembre 2009 decidí abrir las puertas de mi cocina para compartir mis recetas y mis experiencias con quien le pueda interesar en este blog.

¿Quién soy?

Me llamo Palmira, tengo 40 años recién cumplidos y llevo blogueando sobre cocina desde 2009. Me gusta cocinar, comer, reír, pasear y mis montañas :o)  Y estoy completamente loca por Polyanna, mi hija, 7 años y mi marido, con el que llevo felizmente casada 13 años.

En los últimos años, mi manera de cocinar y comer ha evolucionado. Claro que mi vida también ha cambiado mucho: hemos pasado de ser una pareja a ser una familia, hemos vivido en 3 países distintos, la vida ha pegado fuerte en alguna que otra ocasión.

Mi blog, mi hogar, mi refugio

A lo largo de los años, esta cocina virtual se ha transformado en un hogar estable, lejos del ajetreo del mundo real, es mi refugio y el lugar donde y para el cual cada día sigo aprendiendo y descubriendo nuevas cosas. Basta mirar las fotos de las primeras entradas, para medir que de fotografía algo he aprendido. En casa dicen que el mismo guiso de los principios del blog hoy me sale muchísimo más sabroso y rico. Serán la experiencia y la práctica, que guían la mano y le dan su toque a los platos.

Pero la esencia del blog, tal y como la describí antes mismo de darle al publicar de la primera entrada sigue siendo la misma:

“Si lo que buscas son recetas con sabor y alimentos de verdad, aquí seguro que descubrirás algún que otro toque “mágico”. Pero no dudes en cambiar un alimento por otro si no te gusta o no tienes todos los ingredientes en casa”.

Mi pasión, mi felicidad

El hecho de compartir una pasión con cocineros, profesionales, blogueros, amigos o vecinos me llena de satisfacción. No hay un día en que no aprenda algo, un truco o una idea de receta nueva. Y eso me hace feliz.

Pocas cosas son tan universales como la comida. Y es una base fantástica para poder llegar a personas culturas distintas, cada uno tiene algún recuerdo ligado con la comida o una receta familiar exquisita que merece ser compartida. Y no veo mejor manera de pasar una tarde de domingo de lluvia que preparando galletas para la merienda con los más pequeños de casa.

Mi alimentación

Con el paso de los años, mi alimentación tienda hacia una dieta flexitariana: una alimentación mayoritariamente vegetariana pero con carne y pescado de manera puntual, porque la vida está hecha de mil ocasiones y poder probar de todo es indispensable para seguir aprendiendo.

También ahora hago algunas intrusiones en el mundo de la cocina vegana, porque cuando tengo invitados veganos me gusta que todos podamos disfrutar de un menú común sin que los carnívoros echen los productos animales en falta y que los veganos se sientan incómodos.

Mi cocina

El blog empezó con el fin de compartir mi manera de ver la cocina, una cocina sana para cuidarnos a diario, con algunas recetas más especiales, para días de fiesta porque la vida es esto, momentos para cuidarse y otros señalados.

La verdadera revelación de los últimos años es haber descubierto que para comer sano, cuidar nuestra salud y mantener el peso lo mejor consiste en comer cosas “caseras” y de temporada, como se solía hacer antes. Además los beneficios para nuestro monedero son importantes, esta manera de alimentarse es más barata. Sana y barata, suena bien, ¿verdad?!

Descubrí el placer de los yogures hechos en casa, de los helados sin aditivos raros, del pan caliente que aguanta días, de las mermeladas caseras a todo sabor,…

La base de mi cocina sigue y seguirá siendo la tradición porque sin fundaciones no se puede construir nada estable. Un buen sofrito, un guiso, un asado… cuando se dominan ya se puede empezar a jugar en la cocina.

Casi siempre doy un toque personal a las recetas, porque soy incapaz de seguir una receta de principio a fin. Y antes de todo, empiezo por transformar las recetas en platos más dietéticos y equilibrados ¡que no cuesta tanto! Y el cuerpo y la mente nos los agradecen.

Bienvenido y ¡anímate para cocinar y comer conmigo!

Palmira

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