A estas alturas todo no puede ir de comidas navideñas y dulces festivos, así que para empezar la semana os traigo una receta sencilla de diario.
Con el frío por la zona ya nos quedan pocas verduras disponibles y entre ellas está el rábano negro junto con las últimas manzanas cosechadas a principios de Noviembre esperando.
Tengo que reconocer que tuvimos que echarle imaginación los primeros años porque era una verdura que no nos llamaba para nada la atención pero le hemos ido pillando el punto y ahora nos encanta en crema suave con cardamomo para entrar en calor, en ensalada détox con hinojo y manzana o en pickles para alegrar muchos platos.
El truco está en pelarlo porque aunque su piel negra quede muy vistosa es ella quien puede picar como un diablo.
En este tartar en concreto, la textura y el sabor suaves y cremosos del aguacate calman el fuego del rábano negro. Y el rábano negro se encarga de darle mucha textura al conjunto.
¡Feliz semana a tod@s!
10 Comments
Leave A Comment
¡Qué idea tan original!!!! Muy buena propuesta. Por aquí no suelo ver rábano negro a ver si un día voy al corte británico.
Besos.
También podrías usar rabanitos rosas, los más clásicos aunque son más entretenidos de cortar a daditos jajaja
Aquí es de las pocas verduras locales que aguantan el invierno así que hay que sacarles partido sea como sea.
Besos,
Palmira
No conozco el rábano negro o creo que no lo conozco, imagino su sabor parecido al del rábano común, nos has dejado una deliciosa y original receta de tartar. Un beso
Su punto es algo más intenso en cuanto a picante, imagínate a alguno rabioso rabioso de los pequeños... pues eso y algo más jajaja
Pero si lo pelas la cosa suaviza bastante, diría que este tartar se podría preparar con rábanos clásicos, eso si, serían más entretenidos de cortar en daditos :o)
Besos,
Palmira
Hola Elvira, me parece una idea estupenda. No he probado nunca el rábano negro, pero si los nabos negros. Tiene que estar buenísimo, un beso.
Se parecen más al rábano rosa más clásico que al nabo negro de sabor pero de textura son bastante similares, especialmente cocinados. En crudo, la del rábano negro suelta como jugo al morderlo lo que es parte de su gracia diría.
Besos,
Palmira
Pues por aquí no hay manera de encontrar el rábano negro, tengo ganas de probarlo y más si es picante.
De todos modos también me parece navideño este tartar, para darle el contrapunto a comidas más copiosas.
Besos.
Puede ser una buena guarnición a cualquier ave rellena asada, o incluso a un magret de pato al horno.
En esta receta se podría sustituir por rábanos rosas más clásicos, más entretenidos de cortar en daditos pero que también pueden tener su puntito rabioso jajaja
Besos,
Palmira
Humm un bon tartare j'adore l'ajout de la noix qui apporte du croquant.
Bonne journée
Bisous
Ça apporte vraiment un plus de texture et de gras dans ce tartare et ça fait toute la différence.
Bises,
Palmira