GALETTE DE SETAS SILVESTRES – CON LAS MANOS… EN LA MASA

Para la masa

En un bol de batidora con cuchilla (como para picar carne) juntamos todos los ingredientes excepto la yema y la leche. Damos unas impulsiones y cuando tengamos con arena mojada, añadimos la leche y la yema, dando unos impulsos para que se forme una bola.

Terminamos de ligar la masa con las manos y estiramos entre 2 hojas de papel de horno la masa dejando un grueso de 3 mm.

Si hacemos la masa a mano. Mezclamos la harina y los ingredientes secos con las yemas de los dedos como para hacer un crumble. Añadimos los líquidos y terminamos de amasar. Hay poca cantidad así que ambos métodos funcionan de maravilla.

Reservamos en la nevera por lo menos 1 hora pero puede ser una noche.

Para las cebollas confitadas

Pelamos las cebollas y las cortamos en ½ lunas finitas que juntamos con el laurel y el ajo picadito  en una olla que pueda ir en el horno con tapa.  Salamos ligeramente, añadimos el agua y llevamos a ebullición.

Cuando así sea, cerramos con la tapa y ponemos en el horno durante 120 minutos a 150º.

Al cabo de este tiempo, las cebollas estarán perfectamente confitadas y sin tener que estar vigilando.

Probamos para rectificar de sal y pimienta y reservamos.

Para el pistou de perejil

Juntamos las hojas de perejil pasadas por agua y secadas junto con el ajo y trituramos pero sin llegar a tener un puré.

Entonces añadimos las avellanas y picamos lo justo para obtener una textura con tropezones gordos.

Ligamos con el aceite de oliva y salamos al gusto añadiendo un toque de Piment d’Espelette o de pimienta.

Reservamos.

Para montar la tarta

En una sartén grande bien caliente, salteamos las setas congeladas hasta que suelten todo el agua y no quede líquido en la sartén.

Han de quedar bien secas.

Salamos y dejamos templar.

Calentamos el horno a 185º con ventilador.

En la masa, repartimos las cebollas confitadas dejando 2 dedos libres en los laterales . Repartimos por encima las setas y vertemos un hilo de aceite de oliva o mejor gotitas de grasa de pata que les aporta un extra de sabor espectacular. Terminamos con una pizca de Piment d’Espelette.

Con cuidado, vamos plegando los laterales de la masa sobre el relleno haciendo pliegues hasta terminar con la vuelta completa.

Horneamos unos 35/40 minutos, la tarta tiene que quedar bien dorada. Pero el olor os guiará así que cuando esté lista lo tendréis claro.

Dejamos enfriar 5 minutos antes de servir para que la masa tome cuerpo y no quemarnos con el relleno.

Rematamos la tarta con el pistou de perejil que repartiremos por encima y pondremos lo que sobra en la mesa para quien quiera echarle más.

Increíble con una ensalada de temporada tipo escarola.

Bon profit!

Algunas explicaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera