Para el bundtcake (todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente)
Untamos un molde de bundtcake de 6 cups con spray desmoldante, y repasamos los detalles con una brocha. Reservamos.
Precalentamos el horno a 165º con la rejilla (y no la bandeja) en la parte baja del horno, calor ventilado.
Mezclamos el café soluble con la leche caliente para que se disuelva bien, añadimos el extracto de vainilla y dejamos enfriar.
Mezclamos la harina con la levadura, la sal, el bicarbonato y tamizamos. Añadimos las nueces, mezclamos y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar demerara hasta obtener una textura cremosa y muy ligera, como una mousse casi. Se tarda con una batidora unos 6/8 minutos a velocidad media alta. Ahora añadimos los huevos de uno en uno, esperando que el anterior esté completamente integrado antes de añadir el siguiente. No olvidamos rascar los laterales del bol para que todo quede bien integrado.
Ahora añadimos la harina tamizada con la levadura, la sal y el bicarbonato en tres veces, alternando con el café con vainilla.
Mezclamos bien pero sin excedernos, lo justo para integrar todos los ingredientes. No hay que mezclar en exceso sino el bundtcake quedará más pesado.
Vertemos en el molde de bundtcake. Con cuidado sacudimos el molde suavemente para que no nos queden burbujas de aire que podrían quedar feas después.
Horneamos 40 minutos (cada horno es un mundo, así que tendréis que ir vigilando a partir de los 35 minutos y hasta 50), comprobamos pinchando con un palillo como de costumbre. Pero procuramos no excedernos en la cocción para que quede bien tierno.
Después seguimos los pasos clásicos para desmoldar un bundt. Dejamos el molde enfriar sobre una rejilla durante 10 minutos exactamente. Pasado este tiempo, sacudimos con cuidado el molde por todas partes para que se desmolden perfectamente todos los detalles (se nota por el ruido que el bundt cake ya está suelto por todas partes) y con mano firme, le damos la vuelta y lo dejamos enfriar totalmente sobre la rejilla antes de poder echarle el glaseado de café.
Para el glaseado de café
Mezclamos el café soluble con el agua caliente para disolverlo bien y dejamos enfriar.
Mezclamos bien la mantequilla muy blanda con el azúcar glas hasta que esté bien repartida.
Entonces vamos añadiendo progresivamente el café al azúcar, hasta obtener una textura de glaseado denso pero que se pueda verter sin hacer pegotes.
Terminamos emulsionando con la batidora de mano y vertemos en hilos sobre el bundtcake enfriado, colocamos unas nueces tostadas para que se queden pegadas con el glaseado y dejamos endurecer una hora o dos antes de servir. La textura del glaseado es realmente irresistible y le da un encanto extra a este bundtcake.
4 Comments
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Uauuuuu Palmira!!
Que ricura, por favor...
Lo que daría por un trocito ahora mismo.
Gracias por la receta y buen finde.
¡Qué buena pinta! Yo no soy cafetera pero tengo dos cerca que les encanta, me da que esta va a caer en la próxima celebración.
Besos.
como siempre, tus consejos vienen de lujo para conseguir el mejor resultado posible. Este bundtcake me ha recordado a una coca de café con leche y nueces que yo hago, la verdad es que el toque del café a mi me encanta
Joyeux anniversaire de mariage !
J'aime beaucoup le café en pâtisserie. On n'y pense pas assez à mon goût.Ton gâteau est superbe et bien appétissant.