SCONES SALADOS DE CALABACÍN & QUESO RALLADO

Empezamos rallando el calabacín finito y lo salamos ligeramente. Mezclamos bien y dejamos reposar unos 15 minutos para que suelte su agua.

Mezclamos la harina con la sal, el piment d’Espelette, la levadura y la mantequilla cortada en daditos. Con los dedos vamos formando una textura arenosa con tropezones de mantequilla pequeños.

Batimos los huevos con un tenedor.

Apretamos bien el calabacín rallado con las manos para quitarle el máximo posible de agua y que no humedezca en exceso la masa.

Lo añadimos junto con el queso rallado en la mezcla de harina y mezclamos bien para repartir el calabacín y el queso dentro de la harina.

Entonces añadimos los huevos batidos y amasamos lo justo para integrar todos los ingredientes en una bola de masa lisa. No hay que mezclar en exceso sino la textura no queda tan bien.

Aplastamos la bola ligeramente obteniendo un grueso de unos 2 cm aproximadamente y pasamos sobre una bandeja de horno previamente forrada con papel de horno. Reservamos en la nevera unos 10 minutos.

Calentamos el horno con ventilador a 200º y cortamos la masa en 6 porciones que separemos para que no se peguen al coger volumen durante el horneado.

Pintamos con un poco de leche por encima y en los laterales y horneamos unos 18/20 minutos hasta que queden bien dorados.

Lo pasamos a una rejilla de horno y los servimos calientes o templados con una ensalada o crema de temporada.

Bon profit!

Algunas explicaciones útiles o no tan útiles

*cc: cucharita de café