MERMELADA-CONFITURA DE MEMBRILLO & VAINILLA


Cuando digo a la gente que las mermeladas no sólo son para el verano se queda muy sorprendida. Hay mermeladas de otoño/invierno como la mermelada de manzana y caramelo con nueces o la mermelada de plátano con chocolate. Claro que entre ellas en casa no suele faltar alguna mermelada de membrillo con naranja y jengibre.

Este año me apetecía preparar una mermelada clásica y muy reconfortante, sólo con vainilla. Y para dar un punto de textura distinto, trituré la mermelada, de allí el nombre “mermelada confitura” ;o)

¿Soléis preparar mermeladas con fruta de invierno? ¿Tenéis alguna receta que aconsejarme?

Si o gustan las mermeladas caseras, no os podéis perder esta entrada donde comparto todos mis trucos y consejos para conseguir mermeladas de lujo.

¡Feliz semana a tod@s!

Mermelada Confitura de Membrillo & Vainilla

Para 5/6 botes

1,5 kg de membrillo limpio y cortado en juliana (yo suelo guardar la piel pero quitar semillas y corazón duro)

900g de azúcar para mermeladas

1 vaina grande de vainilla abierta por la mitad y rascada

450 ml de agua filtrada

Calentamos el agua con el azúcar y la vainilla y cuando rompa a hervir añadimos el membrillo preparado.

Bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego suave unos 20 minutos hasta que esté bien tierno.

Con la batidora, quitamos la vaina de vainilla y trituramos un par de veces para dar más cuerpo a la mermelada (es así como nos gusta en casa pero esta etapa no es obligatoria) y subimos el fuego. Cocemos unos 5/7 minutos a fuego fuerte con la vaina de vainilla y mezclando sin parar hasta que la mermelada tenga cuerpo.

Cuando así sea, hacemos la prueba del platito*. Si la mermelada está en su punto, vertemos la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados repartiendo la vaina de vainilla cortada en trocitos y los dejamos boca abajo.

Esperamos por lo menos 48h antes de pasteurizar** la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así duran varios años, ¡si no te las comes antes!

Bon profit!

Algunas explicaciones útiles o no tan útiles

* La prueba del platito

Para saber más acerca de mermeladas y como conseguir que te salgan perfectas puedes pinchar aquí.

Ya sé que existen varios métodos serios para averiguar si la mermelada está lista o no. Pero a mí, la que más me gusta, es la que solía usar mi abuela: cuando se empieza a preparar la mermelada, se pone un platito en el congelador y cuando se quiera averiguar si la mermelada está en su punto, se vierten una o dos gotas de mermelada sobre el platito. Si se corren en el plato, hay que añadirle algún tiempo de cocción. Si se aguantan, esto significa que la mermelada está lista.

Pero nunca hay que olvidar que todas las frutas no “cuajan” de la misma manera, o sea que la mermelada de fresa nunca será naturalmente tan firme que la de plátano por ejemplo.

 

** Pasteurizar mermelada casera

Suelo usar menos azúcar en mis mermeladas que en las recetas clásicas. Para que me duren meses (¡e incluso años!) a pesar de esto, siempre las esterilizo. ¿Cómo? Es muy sencillo: en la olla presión, 5 minutos al 2. ¡Y ya está! Así las puedo conservar varios años: algunas que se habían escondido incluso me duraron 3 años (más la verdad es que no lo sé porque ¡¡¡nunca he tenido mermeladas que duren tanto!!!).

Tal vez te apetezca también


2 Comments

Leave A Comment

Deja una respuesta

  • La Cocinera de Bétulo, 15 de enero de 2019 Responder

    El toque de la vainilla queda bien en cualquier mermelada, seguro que entre ese rico sabor y el membrillo queda una mermelada exquisita.
    Besos.

    • Palmira, 27 de enero de 2019 Responder

      La vainilla combina de maravilla con el membrillo porque comparten algunos aromas. Y el olor mientras se cuece es una pasada...
      Besos y feliz domingo.
      Palmira