Un gran plato.
Exquisito.
Un clásico de las panaderías francesas.
Riquísimo y sin tirar nada.
Pensando en ella siempre.
Inevitable en Bretaña.
Tierno y jugoso.
¡Un color que enamora!
Una cena perfecta.
Por algo los clásicos lo son ;o)
Una manera totalmente distinta de comer coliflor.
Una merienda a la cual no te podrás resistir.