Para la masa de hojaldre exprés (todos los detalles aqui)
En un bol grande, mezclamos la harina con la sal y la mantequilla. Con la ayuda de 2 tenedores, para mezclar la harina con la mantequilla. Ojo no queremos calentar la mantequilla, sólo obtener trocitos del tamaño de un guisante pequeño.
Formamos un pozo en el centro y añadimos el agua helada que integramos progresivamente con la ayuda de una cuchara de palo. Terminamos amasando ligeramente con las manos para obtener una bola, con trozos de mantequilla visibles. Espolvoreamos con un poco de harina la encimera y le damos una forma ligeramente cuadrada a nuestra bola de masa.
Ahora toca estirar la masa con un pelín de harina en un rectángulo de unos 32/35 centímetros de largo, vigilando que la masa no se pegue a la encimera o al rodillo.
Con cuidado (podemos usar una brocha), quitamos el exceso de harina de la masa, para que quede cuanto menos mejor, y plegamos la masa en 3, procurando quitar harina en la parte alta plegada antes de plegar por encima la parte de abajo.
Giramos la masa de 90º y repetimos 3 veces las mismas pautas (estirar y plegar).
Cuando hayamos terminado con los pliegues, quitamos bien la harina y envolvemos en papel film y dejamos reposar en la nevera por lo menos 1 hora (pero puede ser una noche o un par de días).
¡Ya tenemos nuestro hojaldre listo! Si lo hemos tenido en la nevera varias horas, puede que lo tengamos que dejar atemperar un poco al salir de la nevera para manejarlo mejor.
Para el relleno de crema de almendra
En un bol, juntamos el azúcar con la harina de almendra, la sal, la ralladura de haba tonka y la maicena. Batimos con las varillas para eliminar posibles grumos.
Con la ayuda de una espátula, ablandamos la mantequilla hasta que esté bien suave. Entonces añadimos la mezcla interior, sin batir para no integrar aire.
Después añadimos el ron y terminamos con los huevos de uno en uno, esperando que esté el primero integrado antes de añadir el siguiente.
Cubrimos al contacto con papel film y reservamos en la nevera por lo menos 30 minutos/1 hora. Esta etapa es importante si queremos conseguir un relleno grueso que tenga cuerpo y que no se escape de la galette final.
Para montar la galette
Ahora toca montar la galette. Cortamos nuestra masa de hojaldre en 2 partes similares (una un pelín más grande que la otra) y la extendemos con la ayuda de un rodillo. La recortamos con la forma que más nos guste (nosotros optamos por hacer un cuadrado para no tener recortes de masa de hojaldre y así aprovecharlo todo a la primera…) y repetimos con el otro trozo de masa. Os aconsejo dejar en la nevera la masa cuando no la estéis usando, porque después sube más.
Pelamos las peras y las cortamos en láminas finitas. Rociamos con el zumo de limón y secamos bien las láminas para no reblandecer nuestra galette.
En una bandeja de horno previamente forrada con papel vegetal, colocamos el trozo de masa más pequeño. Repartimos la crema de almendras, dejando dos dedos libres por los lados. Repartimos las láminas de pera y alisamos la superficie de la crema, escondemos el haba y con el huevo batido, pincelamos el borde libre de la masa pero con cuidado que no se corra por los lados sino impediría al hojaldre subir bien.
Ahora la parte más difícil, colocar la segunda oblea de masa bien centrada y cerrar la galette por los laterales, teniendo cuidado de evacuar bien todo el aire para evitar que la galette se corra por los lados durante el horneado.
Sellamos bien los laterales y decoramos con la parte trasera de un cuchillo poco afilado. Terminamos pintando con el huevo batido. Con la ayuda de un cuchillo con punta, hacemos 2 o 3 agujeros para que se escape el vapor y reservamos en la nevera unos 30 minutos por lo menos o el tiempo que nos venga mejor.
Calentamos el horno con calor estático (sin ventilador), arriba y abajo a 240º. Horneamos durante 10 minutos a 240º y después bajamos a 190º y cocinamos unos 30 minutos más.
Cuando veamos que nuestra galette está cocida, la sacamos del horno y la espolvoreamos con el azúcar glas tamizado y dejamos bajo el gril del horno unos 45/60 segundos, el tiempo justo para el azúcar de forma una capa brillante.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. En casa es templada y recién horneada como más nos gusta, así que procurad no hornearla con demasiada antelación.
Pero os puedo decir que al día siguiente sigue increíblemente rica, basta ponerla 5 minutos a 120º al horno para tenerla perfecta.
Si os viene bien, la podéis dejar preparada de la tarde por la noche montada en la nevera y si tenéis que hacerla antes, la montáis y la congeláis, en cuyo caso sólo necesitaría un pelín más de horneado.
2 Comments
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yo he hecho la que va rellena de frangipane, y me encanta, pero esta tuya tiene que estar espectacular, se ve riquísima
Es la más clásica que se encuentra en todas las tiendas por estas fechas en Francia. La pera le aporta un toque más fresco y ligero que se agradece a estas alturas del año jajaja
Besos y feliz semana,
Palmira