¡Qué bien! Tenemos a la vista el primer puente de una larga serie en este mes de Mayo.
Así que mirando que podía publicar hoy, caí que no había publicado nunca las natillas de chocolate que suelo preparar en casa, la más habitual y que llevo preparando desde hace años. Siempre salen bien, gustan a todos y con unas frambuesas se transforman en un postre especial para cualquier ocasión.
La receta es de una antigua compañera de trabajo, o mejor dicho de su madre y a pesar de haber probado varias otras recetas, definitivamente, ¡ésta es mi favorita! Recuerdo que un día estábamos muy pero que muy aburridas y me contaba que a pesar de no tener horno siempre preparaba un postre fantástico en cuestión de minutos. Le pregunté que era y así fue como mientras hacíamos cara de tomar apuntes me copió su receta que tengo guardada con mucho cariño desde casi 15 años :o)
¡Feliz puente a tod@s!
… 1 año: Pasta con Salsa de Hojas Verdes de Escarola & Gambas
… 2 años: Ternera guisada con Limón & Romero
… 4 años: Ensalada Templada de Hinojo Asado & Naranja
… 5 años: Granola Chocolateado con Bombones de Nuez
… 6 años: “El Clásico” Bizcocho de Té Matcha con Chocolate Blanco
… 7 años: Guisantes & Habas tiernas Salteados
NATILLAS DE CHOCOLATE
Para 4/6 personas dependiendo de los cuencos
100g de chocolate fondant (usé el 78%, pero el que más os guste)
50cl de leche
30g de azúcar
2 yemas
1CS* de maicena colmada
A fuego muy suave (con difusor o al baño maría), derretimos el chocolate con la leche, removiendo de vez en cuando.
Mientras tanto, mezclamos las yemas con la maicena y el azúcar, batiendo bien hasta que blanqueen.
Cuando el chocolate está derretido, vertemos un cazo de esta leche con chocolate en la mezcla de yemas, mezclamos sin parar para que no se cuajen y después volvemos a verterlo todo en la leche y mezclamos sin parar a fuego medio hasta que las natillas espesen, tardé unos 10-12 minutos, ya que me gustan espesitas.
Podemos repartirlas en cuencos pequeños o en un cuenco grande, siempre tapando con papel film tocando las natillas para que no se forme una costra mientras se enfrían, primero a temperatura ambiente y después en la nevera.
Se pueden comer tal cuales o como más nos gusta en casa, con unas frambuesas frescas o congeladas.
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*CS: Cuchara sopera
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