Tiempo de Carnavales… Y casi estamos despidiendo al mes de febrero. Otro momento del año con recuerdos para mi: días libres del cole para disfrazarnos, fiestas populares de mi pueblo,…
Y recuerdos de mi abuela materna. A mi abuela no le gustaba la piel de limón rallada y todavía menos el anís. Llevo años probando orejas de Carnaval pero ninguna se parece a las que me preparaba ella cuando era una niña y que ella me mandaba donde estuviera viviendo en aquel momento. Incluso cuando empecé a vivir con él que entonces todavía no era mi marido, me las seguía mandando, hasta casi el último año de su vida. ¡Cómo esperaba su paquete por las fechas de Carnaval!
Y no sé porque, el año pasado entré en la cocina para preparar orejas de Carnaval con una receta fruto de varias recetas encontradas por la red y fue como una iluminación: la vi en su cocina, la de cuando era pequeña, y en la mano para preparar las orejas… ¡tenía una botella de ron! Era como tenerla a mi lado en aquel momento :o)
Así que me puse manos a la obra, y aunque no sé si es exactamente la receta que ella usaba, el sabor de estas orejas es idéntico al de mis recuerdos. Así que la receta la apunté para publicarla y que no se vuelva a perder esta receta :o)
Os dejo con las fotos de la sesión organizada por Polyanna ¡Feliz fin de semana a tod@s!
… 1 año: Crema de Zanahoria & Rúcula
… 2 años: Yogur de Lemon Curd & Jengibre
… 3 años: Yogur de Caramelo Salado
… 4 años: Tortitas triple Castaña con Cansalada, Romero & Miel
… 5 años: Yogur de Speculoos
… 6 años: Raviolis de Tomate & Pimientos Confitados
… 7 años: Nuestra Escalivada
LAS OREJAS DE CARNAVAL DE MI ABUELA
Para 5 platos como el de la foto
30g de mantequilla derretida pero no caliente
2 huevos medianos
25g de azúcar de vainilla
4 o 5 cucharas de ron
320g de harina (aproximadamente, dependiendo de la harina que uséis puede que necesitéis algo más para que se forme la masa)
1 pizca de sal
Aceite de semillas de uva para freír
Azúcar glas para espolvorear en el momento de servir
En el bol de la amasadora, mezclamos la mantequilla derretida con los huevos, el azúcar de vainilla, el ron y la sal. Mezclamos bien y poco a poco con el gancho de amasar (como para el pan) vamos añadiendo la harina.
Cuando se forme una masa consistente, amasaremos unos 5 minutos subiendo progresivamente la velocidad del amasado sin pasar de la 5 posición.
Así obtendremos una masa lisa y elástica, que no se pega en las manos pero que no sea muy dura.
Envolvemos la masa con papel de film y la dejamos reposar en la nevera un par de horas como mínimo. Cuanto más tiempo repose la masa, más finas y crujientes quedan las orejas.
Cuando la masa haya reposado, calentamos abundante aceite en una sartén amplia (180º aproximadamente).
Mientras vamos estirando trozos de masa sobre una hoja de silpat o de teflón lo más finitos posibles y los recortaremos como más nos guste. Más fina es la masa más crujientes serán las orejas.
En el centro de la oreja, hacemos un corte, esto permite que se desarrollen mejor y queden todavía más ricas. Voy estirando la masa poco a poco, mientras se van friendo unas orejas, estiro la masa de las siguientes.
Freímos las orejas, pocas a la vez, hasta que estén bien doradas por ambos lados.
A medida que están, las vamos pasando en una bandeja con papel de cocinar para absorber el aceite extra.
Cuando hayan enfriado ligeramente, las espolvoreamos con azúcar glas y a punto para disfrutarlas en buena compañía :o)
Se conservan unos días en una caja bien cerrada, aunque ¡dudo que os duren tanto!
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
* CS: Cuchara Sopera
2 Comments
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Que rico Palmira! Y mas, cuando tus recuerdos se vuelven realidad. No hay mejor aroma que el de tu memoria! Seguro que tu abuela era una gran cocinera.
Un beso enorme!!!
Gracias Cris!
Mi abuela no era de pasarse horas en la cocina y a veces le apetecía y abastecía todo el pueblo de buñuelos o creps o lo que le apetecía en aquel momento jejeje
El sabor de los recuerdos. cada vez que Joan Roca habla de ellos, me recuerdo de ella :O)
Besos y feliz fin de semana,
Palmira