O como bien dice mi marido, en casa nunca paramos de mermeladear :o)
El ruibarbo ha vuelto a asomarse en el mercado así que después de haber disfrutado de ricas compotas ha llegado el turno de la mermelada.
El toque del jengibre me encanta con el ruibarbo, por algo será que en el blog ya tengo un crumble de ruibarbo y jengibre y un helado de ruibarbo y jengibre para quitar el sentido.
Aquí vamos con la receta y si conseguís haceros con un manojo de ruibarbo, os dejo el enlace para el índice de recetas con ruibarbo.
¡Feliz miércoles!
Un día como hoy hace…
… 1 año: Granola Salado
… 2 años: Mermelada de Fresa & Ruibarbo
… 4 años: Mermelada de Fresas & Chuches Tagada
… 5 años: Tarta de Calabacín sin masa
… 6 años: Soufflé de Fresas con Sabor a Rosa
… 7 años: Charlota de Fresas ligera
MERMELADA DE RUIBARBO Y JENGIBRE
Para unos 6/7 botes
1,850kg de ruibarbo preparado (sin las hojas, las bases y cortado en lonchas de 1 centímetro aproximadamente)
1,1kg de azúcar para mermelada
La piel rallada de un limón grande
2cc* rasas de jengibre fresco rallado
60g de jengibre confitado cortado en daditos pequeñitos
1 sobre de pectina o pectina de manzana casera (opcional)
Un poco de mantequilla para desespumar (opcional)
Mezclamos el ruibarbo con el azúcar, el jengibre y la ralladura de limón.
Dejamos que el azúcar se funda un par de horas y mezclamos 2 o 3 veces durante este tiempo. (Lo podemos preparar de un día para otro dejándolo en la nevera, tapado con un papel film).
Vertemos esta mezcla en un caldero para mermeladas y ponemos a fuego vivo hasta que rompa a hervir.
Removemos constantemente para que la mermelada no se nos queme.
Dejamos cocer unos 7/8 minutos después del hervor y probamos el punto con la prueba del platito**. Añadimos el jengibre confitado. En este momento podemos añadir la pectina según las indicaciones del paquete si la vamos a usar.
Hervimos 2 minutos más y si queda algo de espuma la sacamos con una cuchara o añadiendo un trocito de mantequilla hasta que ya no quede espuma.
Ya podemos envasar la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados. Los guardamos boca abajo hasta que se enfríen.
Esperamos 48h antes de pasteurizar*** la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así duran varios años, ¡si no te las comes antes!
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*cc: cucharita de café
** La prueba del platito
Para saber más acerca de mermeladas y como conseguir que te salgan perfectas puedes pinchar aquí.
Ya sé que existen varios métodos serios para averiguar si la mermelada está lista o no. Pero a mí, la que más me gusta, es la que solía usar mi abuela: cuando se empieza a preparar la mermelada, se pone un platito en el congelador y cuando se quiera averiguar si la mermelada está en su punto, se vierten una o dos gotas de mermelada sobre el platito. Si se corren en el plato, hay que añadirle algún tiempo de cocción. Si se aguantan, esto significa que la mermelada está lista.
Pero nunca hay que olvidar que todas las frutas no “cuajan” de la misma manera, o sea que la mermelada de fresa nunca será naturalmente tan firme que la de plátano por ejemplo.
*** Pasteurizar mermelada casera
Suelo usar menos azúcar en mis mermeladas que en las recetas clásicas. Para que me duren meses (¡e incluso años!) a pesar de esto, siempre las esterilizo. ¿Cómo? Es muy sencillo: en la olla presión, 5 minutos al 2. ¡Y ya está! Así las puedo conservar varios años: algunas que se habían escondido incluso me duraron 3 años (más la verdad es que no lo sé porque ¡¡¡nunca he tenido mermeladas que duren tanto!!!).
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