El pasado fin de semana en la fiesta del colegio sobraron unas cuantas sandías gigantes y para no desperdiciarlas las compartimos entre los que terminamos de dejar el cole limpio después de los monstruitos.
Pero a Polyanna la sandía no es que sea algo que la entusiasma. Así que pensé que tal vez usándola en ensaladas fresquitas con algo de chispa aceptaría volver a darle una oportunidad.
Y… ¡ha sido un éxito rotondo! Vamos que le gusta más en ensalada que de postre. Y a nosotros nos ha parecido una ensalada super ligera y refrescante, de las que se agradecen cuando el calor aprieta.
La ensalada es sencilla, tomates, sandía y unas piparras para darle un empujoncito anti dulce.
La gracia está en su aliño con salsa tamari, perfecta para aportar un toque de umami perfecto en las ensaladas, limón para la justa acidez y jengibre para un picante cítrico apto para todas las edades.
Si tenéis sandía a mano, ¡ya estáis tardando! Yo solo os puedo decir que Olivier está encantado porque volveremos a comprar sandía más a menudo ;O)
¡Feliz semana a tod@s!
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Une belle salade à la fois rafraichissante et riche en saveurs !