Un plato de pasta con marisco delicioso y sin productos lácteos ni natas pesadas: la cremosidad de la crema de calabaza combina maravillosamente bien con el sabor de las gambas y la textura de la pasta.
Un guiso de lentejas con espelta y calabaza, especiado con un toque de curry, ideal para entrar en calor y rico en proteína vegetal. Incluso vegano y vegetariano.
una tarta rústica de manzana en su versión salada, perfecta para una cena de fin de semana con una buena ensalada. Su combinación de calabaza, cebolla y manzana es exquisita.
Unas cuñas de calabaza violín o butternut gratinadas con una capa crujiente de parmesano que las hace irresistibles, de la mano de Ottolenghi.
Una deliciosa y adictiva tarta salada donde ricotta, calabaza y pesto son los protagonistas.
Una manera sencilla de asar calabaza con el toque original de la reducción de vinagre balsámico.
Unos panecillos otoñales con una base de puré de calabaza y un toque de harina de castaña. Además los tendréis listos en la mesa en menos de 25 minutos. Ideales para la merienda o el desayuno.
Una tarta salada donde la especia sorpresa es… ¡el cacao!
Una receta increíblemente sencilla donde la suave calabaza se transforma en ñoqui cremoso con el increíble sabor del aceite de salvia.
Una delicia más sencilla de preparar que lo que te imaginas.
Colorida, ligera y saciante.
Un pudding de pan salado, ideal para sacarle partido al pan del día de antes en menú completo con calabaza y gratinado de queso.