MERMELADA DE NARANJAS DULCES

Cuando publiqué la mermelada de manzana y sidra, ya os dije que en casa nos gusta preparar mermeladas en cualquier momento del año… Así que antes de que se acabe la temporada de naranjas, que ahora están en su mejor momento, dulces a más no poder, os dejo una mermelada de naranja.

Pero ojo, no la de naranja con cáscara y amarga, no una de sabor suave y llena de aromas, sin pieles que la transforma en una mermelada de lujo, la favorita de la madrina de mi marido.

La receta original es de Dolorss Blog de Cuina aunque creo que todos la conocéis ya :o) La he modificado ligeramente pero la idea es suya y me ha dado a conocer un tipo de mermelada que nunca se me habría ocurrido con naranja.

Sin más os dejo con la receta y para tener muchos consejos sobre cómo conseguir mermeladas caseras ricas, podéis pinchar aquí y conocer nuestro caldero para mermeladas.

¡Feliz miércoles!

MERMELADA DE NARANJAS DULCES

Para unos 6 botes aproximadamente, dependiendo del tamaño

1,6 kg de naranjas peladas al vivo (aproximadamente 12 naranjas grandes) y cortadas en lonchas de medio centímetro

La piel rallada de 2 naranjas ecológicas o sin tratar

800g de azúcar para mermelada

Mezclamos las rodajas de naranja con el azúcar y dejamos macerar unos 30/45 minutos, mezclando de vez en cuando hasta que se forme como un almíbar con el azúcar.

Cocemos a fuego medio alto mezclando de vez en cuando para que no se pegue hasta que rompa a hervir, en aquel momento añadiremos la piel rallada de las dos naranjas y dejaremos cocer unos 7 minutos y probamos el punto con la prueba del platito*. Si es necesario, dejaremos cocer unos minutos más hasta que obtengamos la textura de la miel según las propias palabras de Dolorss.

Vertemos la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados y los dejamos boca abajo.

Esperamos por lo menos 48h antes de pasteurizar** la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así te durarán 2 o 3 años… ¡si no te las comes antes!

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

* La prueba del platito

Ya sé que existen varios métodos serios para averiguar si la mermelada está lista o no. Pero a mí, la que más me gusta, es la que suele usar mi abuela: cuando se empieza a preparar la mermelada, se pone un platito en el congelador y cuando se quiera averiguar si la mermelada está en su punto, se vierten una o dos gotas de mermelada sobre el platito. Si se corren en el plato, hay que añadirle algún tiempo de cocción. Si se aguantan, esto significa que la mermelada está lista.

Pero nunca hay que olvidar que todas las frutas no “cuajan” de la misma manera, o sea que la mermelada de fresa nunca será naturalmente tan firme que la de plátano por ejemplo.

** Pasteurizar mermelada casera:

Suelo usar menos azúcar en mis mermeladas que en las recetas clásicas. Para que me duren meses (¡e incluso años!) a pesar de esto, siempre las esterilizo. ¿Cómo? Es muy sencillo: en la olla presión, 5 minutos al 2. ¡Y ya está! Así las puedo conservar varios años: algunas que se habían escondido incluso me duraron 3 años (más la verdad es que no lo sé porque ¡¡¡nunca he tenido mermeladas que duren tanto!!!).