¡FIN DE LAS VACACIONES Y VUELTA A LA RUTINA!: MERMELADA DE MELOCOTÓN Y VINO DULCE

¿Qué tal estáis todos después de esta pausa veraniega? Estoy segura que muchos habréis repuesto fuerzas y energías para empezar el curso con las pilas cargadas y miles de ideas nuevas :o)

Para nosotros ha sido un verano fantástico. Claro que no ha faltado una merienda sobre un velero…

…ni unas fresas con IGP de Bretaña,

…Bretaña con su agua tonificante (16º),

Sus porcelanas personalizadas,

Y sus deportes extreeeemos.

Claro que tampoco hay que olvidar mencionar la piscina con los primos con vistas al Cadí:

… ni las excursiones para ver los lagos (Tristaina en la foto)

… ni las clases de pesca nieta/avi (me los como los 2…¡y las truchas!)

… ni las visitas turísticas

… porque mi país sigue siendo el más bonito y el país más seguro del mundo segundo el FBI después del Vaticano. Lo que cuando vives en París el resto del año se nota y aprecia :o)

Y obviamente, comida no podía faltar con  paella en el monte, con mi tía y mi primo al mando de la operación paella de marisco.

Ni la colecta de patatas, huevos y tomates en el huerto de mis otras tías :o)

Vamos, resumiendo, hemos tenido nuestra dosis de luz, de montaña, de familia y de cariño, y como no, ¡de princesita!

Que por cierto ha vuelto puntual al cole el pasado jueves, día 1 de setiembre. Será un año intenso para ella, no tengo dudas, ya que este año toca aprender a leer… ¡qué nervios! (los nuestros, no los suyos).

Y para inaugurar esta nueva temporada de recetas, he optado por una receta de mermelada que como sabéis para mi me sirve de inyección de sol cuando falta sol de verdad :o) Las de melocotones tienen mi favor y la versión de hoy con vino dulce seguro que os enamorará si la probáis… No tiene complicaciones pero si necesita sus tiempos de reposo para liberar todos los aromas del vino. Pero claro que si el vino dulce no os inspira, seguro que alguna mermelada del índice de mermeladas caseras os hará la boca agua.

¡Feliz vuelta a la rutina!

MERMELADA DE MELOCOTÓN Y VINO DULCE

Para unos 6 potes medianos

1,950 kg de melocotones, pelados y cortados en láminas finas

1,150 kg de azúcar para mermeladas

300ml de vino dulce Muscat

2 sobres de pectina (opcional)

1 trocito de mantequilla para desespumar** (opcional)

Día 1

Mezclamos las láminas de melocotón con el azúcar en un cuenco grande.

Dejamos el azúcar fundirse (unas 3 o 4 horas según la temperatura ambiente o una noche completa en la nevera), mezclando unas cuantas veces hasta que se forme como un almíbar alrededor de la fruta.

Cuando esté, pasamos la mezcla en un caldero y calentamos a fuego medio alto hasta que empiece a hervir suavemente. Añadimos el vino dulce Muscat y damos un hervor. Paramos el fuego y pasamos la mezcla en un cuenco grande. Tapamos con papel film y dejamos reposar unas 12 horas o una noche.

Día 2

Al día siguiente, volvemos a verter la mezcla en un caldero para mermeladas y ponemos al fuego hasta que rompa a hervir la mermelada, mezclando constantemente para que no se pegue.

Dejamos cocer unos 7/10 minutos. Probamos si la mermelada está en su punto con la prueba del platito*.

Si es necesario, le añadimos la pectina preparado según las indicaciones del fabricante. Y mantenemos la ebullición 2 minutos más.

Echamos el trocito de mantequilla** y vemos como la espuma va desapareciendo. Si todavía queda un poco de espuma, le echamos otro poquito de mantequilla. Dejamos hervir 1 minuto más y ¡lista!

Vertemos la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados y los dejamos boca abajo.

Esperamos hasta el día siguiente por lo menos antes de pasteurizar* la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así te durarán 2 o 3 años… ¡si no te las comes antes!

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

* Encontraréis muchos detalles sobre la prueba del platito y cómo pasteurizar mermelada casera en esta entrada. Si no soléis preparar mermeladas, seguro que descubrís alguna cosa y si estáis acostumbrados, ¡estoy segura que también!

** Leí el “truco de la mantequilla” para quitarle la espuma a las mermeladas en los consejos de los lectores o socios de alguna revista hace ya muchos años. Es increíble como la espuma desaparece en un par de minutos. Así nos ahorramos tiempo y esfuerzo y ¡podemos aprovechar más mermelada, un buen pote en nuestro caso! Vamos que vale la pena probarlo por lo menos una vez…