MERMELADA DE ALBARICOQUES, ROMERO & FALSAS ALMENDRAS


En verano, suelo cocinar poco, en parte porque no estamos en casa y en parte porque con Polyanna nos pasamos los días juntas liadas y por la noche me da una pereza (¿o será cansancio del bueno?) terrible ponerme a cocinar, más todavía con las altas temperaturas que estamos teniendo este año.

Lo que si no puede faltar, son horas preparando mermeladas para alegrar los meses de invierno :o) Después de la mermelada de melocotón, jengibre y canela que compartí hace poco, hoy le toca a esta mermelada de albaricoques, romero y falsas almendras. El toque de romero con el albaricoque siempre es un gran acierto.

Por falsas almendras, me refiero a la “almendra” del propio albaricoque. Publiqué en los principios del blog (por allí el 2010…) una receta de mermelada de albaricoques con falsas almendras y desde entonces cada año una tanda lleva dichas almendras.

Es un sabor con recuerdos: cuando era niña, mi abuela solía poner estas almendras dentro de un nudillo para dar un saborcillo a la mermelada de albaricoque y me encantaba cuando por casualidad me encontraba una de estas almendras “escapada” en una tostada.

¿Habéis probado alguna vez estas almendras? ¿Sabéis que son la base de los amarettis italianos tradicionales? De un tiempo donde no se tiraba nada de nada.

Por si os sirve ya que estamos en plena temporada de cosechas de frutas maduras y sabrosísimas, os dejo el índice de mermeladas caseras del blog y todos mis trucos para conseguir mermeladas de 10.

¡Feliz miércoles!

MERMELADA DE ALBARICOQUES, ROMERO & FALSAS ALMENDRAS

Hoy...

MERMELADA DE ALBARICOQUES, ROMERO & FALSAS ALMENDRAS

Para unos 6/7 botes

1,850kg de albaricoques preparados

1,1kg de azúcar para mermeladas

1 rama de romero hermosa

Unos 25 huesos de albaricoque

1 sobre de pectina o pectina de manzana casera (opcional)

Empezamos triturando 400g de albaricoques para obtener un puré algo grueso. Mezclamos con los albaricoques cortados por la mitad si son muy grandes, el romero limpio y el azúcar. Dejamos que el azúcar se funda un par de horas y mezclamos 2 o 3 veces durante este tiempo. (Lo podemos preparar de un día para otro dejándolo en la nevera, tapado con un papel film).

Ahora vamos con lo pesado de la receta: con la ayuda de un cascanueces, rompemos los huesos de los albaricoques para recuperar la “almendra” que contienen. Hay que tener un poco de fuerza y mucha paciencia pero realmente vale la pena. Cuando terminemos, cubrimos las “almendras” con agua hirviendo y al cabo de unos 5 minutos los colamos. Así les quitamos la piel marrón sin ningún tipo de problema. Con la ayuda de un cuchillo, las picamos y reservamos.

Antes de empezar a cocer la mermelada, retiramos la rama de tomillo, le quitamos la parte central dura y picamos las hojas muy finitas para que luego se confiten en la mermelada.

Ya podemos verter en un caldero para mermeladas los albaricoques con el azúcar, el romero picado y las falsas almendras picadas. Ponemos a fuego vivo hasta que rompa a hervir.

Removemos constantemente para que la mermelada no se nos queme.

Dejamos cocer unos 7/8 minutos después del hervor y probamos el punto con la prueba del platito*. En este momento podemos añadir la pectina según las indicaciones del paquete si la vamos a usar.

Hervimos 2 minutos más y ya podemos verter la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados y los dejamos boca abajo.

Esperamos 48h antes de pasteurizar** la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así duran varios años, ¡si no te las comes antes!

Bon profit!

 

Algunas explicaciones útiles o no tan útiles

* La prueba del platito

Para saber más acerca de mermeladas y como conseguir que te salgan perfectas puedes pinchar aquí.

Ya sé que existen varios métodos serios para averiguar si la mermelada está lista o no. Pero a mí, la que más me gusta, es la que solía usar mi abuela: cuando se empieza a preparar la mermelada, se pone un platito en el congelador y cuando se quiera averiguar si la mermelada está en su punto, se vierten una o dos gotas de mermelada sobre el platito. Si se corren en el plato, hay que añadirle algún tiempo de cocción. Si se aguantan, esto significa que la mermelada está lista.

Pero nunca hay que olvidar que todas las frutas no “cuajan” de la misma manera, o sea que la mermelada de fresa nunca será naturalmente tan firme que la de plátano por ejemplo.

** Pasteurizar mermelada casera

Suelo usar menos azúcar en mis mermeladas que en las recetas clásicas. Para que me duren meses (¡e incluso años!) a pesar de esto, siempre las esterilizo. ¿Cómo? Es muy sencillo: en la olla presión, 5 minutos al 2. ¡Y ya está! Así las puedo conservar varios años: algunas que se habían escondido incluso me duraron 3 años (más la verdad es que no lo sé porque ¡¡¡nunca he tenido mermeladas que duren tanto!!!).

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