ROSCOS DE VINO DE VIRGINIA

En casa ya ha empezado la cuenta atrás y poco falta para que cierre las maletas jejeje Este año también he preparado muchos surtidos de galletas navideñas para regalar durante estas navidades, la mayoría recetas nuevas este año para seguir sorprendiendo a todos aunque polvorones no faltarán :o)

Cada año además de ir variando galletas, procuro ir variando presentaciones, dando siempre la prioridad a la conservación de las galletas para que duren más tiempo, a pesar de que esto a veces no mejore el aspecto visual, pero lo importante es el sabor, ¿verdad?

Os dejo un mini paso a paso de cómo las envolví el año pasado, con latas de leche en polvo… ¡de regar los tomates, que a los pobrecitos les faltaba calcio!

Así lo hice… Lo primero colocar una bolsa tipo congelación para que las galletas no estén en contacto directo con las latas:

Después de rellenar con nuestras galletas y dulces, cerramos con la tapa y por encima cerramos la bolsa de congelación:

Con celo, procuramos sellar completamente para que no entre aire y así se conserven más tiempo las galletas:

Como suelo envolver las galletas reciclando cosas que tengo en casa, usé el año pasado unas servilletas que nos habían sobrado de las navidades anteriores:

Con celo, pegamos a la conexión entre las toallitas y por debajo para fijar bien las servilletas a la lata:

Después cubrimos la tapa con otra servilleta y la mantenemos después de centrarla con una goma para que no se mueva después para poner lazos:

Para rematar el asunto, tapamos la goma de la tapa con un lazo o algún adorno navideño:

Y para terminar, imprimimos una etiqueta donde vayan los nombres de las galletas del surtido (lo suelo hacer con una foto al lado para que cada uno sepa lo que está comiendo) que podemos atar con el lazo anterior o pegar, como más nos guste:

¡Listos para regalar! Sencillo y sin comprar nada, que en estos tiempos se agradece.

Bueno y ahora vamos a por la receta, unos clásicos roscos de vino pero que caseros poco tienen que ver con los que se compran, incluso en las pastelerías. La receta es de Virginia de Sweet & Sour, como siempre sus recetas son sinónimo de éxito total en la cocina y el año pasado repetí 5 veces dicha receta porque no duraban como para ir rellenando cajas jeje

Sin más os dejo con la receta y a disfrutar mucho de estos clásicos navideños.

ROSCOS DE VINO*

Para unos 20

(usando una tacita de café espresso como cortapastas)

Para los roscos

500 g de harina

 1 pizca de sal 

220 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente

150 ml de vino dulce (usé vino santo italiano)
25 ml de aguardiente seco (usé mezcal mejicano)
40 g de azúcar glas

Para el almíbar
250 g de agua
500 g de azúcar

Azúcar glas para el acabado, unos 150/200g aproximadamente

Para preparar los roscos
Precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo. Preparamos una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.

En el bowl grande de una batidora, batimos la manteca. Añadimos los licores, poco a poco y mezclamos bien, pero sin preocuparnos si no conseguimos integrarlos completamente. Añadimos el azúcar glas tamizado.

Después, añadimos progresivamente la harina y la sal, bien tamizadas.

Sacamos del bowl y amasamos ligeramente con las manos, hasta obtener una bola de masa homogénea.

Para darles forma, aplanamos ligeramente la masa (1 ½ aproximadamente)  y con la ayuda de vasito, cortamos discos de masa. Con el dedo, formamos el hueco central, que vamos agrandando como más nos guste. Los vamos colocando en la bandeja del horno.

Horneamos unos 20 minutos, hasta que estén cocidos por dentro. Es conveniente sacar uno y cortar, para ver cómo va la cocción en el interior del rosco, ya que según como los formemos serán más o menos gruesos.

Dejamos enfriar en una rejilla.

Para preparar el almíbar

En un cazo mediano ponemos a fuego medio-alto, el agua y el azúcar y removemos continuamente hasta que el azúcar se haya disuelto.

Una vez rompe el hervor dejamos cocer a fuego vivo durante unos 10 minutos hasta alcanzar el punto de hebra, teniendo cuidado de no pasarnos porque más ligero es el almíbar, más fino y homogéneo quedará el glaceado de los roscos. Reservamos hasta que se enfríe completamente.
Para terminar los roscos
Cuando nuestros roscos y nuestro almíbar se han enfriado, vamos bañando cada rosco en el almíbar y a continuación lo rebozamos en azúcar glas, apretando un poco para que se pegue bien y los vamos depositando en una rejilla hasta que se haya secado.

Como bien dice Virginia, estos roscos además de hojaldraditos por dentro y con un regusto a vino dulce, tienen una costrita crujiente que los hace deliciosos. 

Ahora ¡los tenemos listos para envolver y para regalar!

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

* La receta original de Virginia está aquí.